viernes, 16 de noviembre de 2012

Las estrellas observadoras [GilxOz] AVISO: yaoi = chicoxchico

Bueno, este pequeño one-shot lo escribi hace tiempo, y esta subido en un foro, pero queria subirlo en mi blog, asi que... aqui esta :D
Es de la serie Pandora Hearts (la cual recomiendo ^^) y es yaoi (chico con chico) asi que si no te gusta este genero, no lo leas ¬¬




Las estrellas observadoras [OzxGil]

“No…Gil…No te vayas…”
-¡¡Gil!!- gritó Oz, incorporándose de golpe, por el susto.-Uf, fue una pesadilla…
“Llevo ya 3 días soñando lo mismo, ¿por qué será?” pensó Oz para sí mismo. Él conocía la respuesta, pero su mente no quería aceptar lo que su corazón le suplicaba “Es imposible que yo… que yo sienta por el…pero, ¿y si fuera así? ¿Él me correspondería…?”
El joven rubio sacudió la cabeza,  sonrojado,  para intentar sacar esos pensamientos de la cabeza, “¡¿Pero en qué piensas?! ¡Somos los 2 chicos! Es imposible que él quisiera…conmigo…”
-¡¡Aaahhg!! ¡¿En qué demonios estoy pensando?! ¡Estoy pirado!- Se pasó las manos por la cara, molesto e indignado consigo mismo –Creo que cada vez me parezco más a Break, se me van cayendo los tornillos de la cabeza…

Se medio vistió y salió al jardín de la Mansión Nightray en la que, de momento, se hospedaba. Cuando salió al jardín, una pequeña brisa primaveral recorrió su cuerpo, haciendo que se estremeciera. La vista era asombrosa: Grandes árboles ocupaban las extensiones mientras en una zona había matorrales de rosas negras, que resaltaban ante la bella luz de la luna, que bañaba todo el jardín, creando un aura de magia y misterio.

-¡Ohh! Increíble…- dijo el joven Bezarius, maravillado ante la belleza del paisaje- Me encantaría estar aquí con…
-¿…Con quién?- preguntó una voz que Oz conocía muy bien y que hacia que su cuerpo reaccionará ante ella.

El joven se giró rápidamente, sorprendido y sonrojado, y miro a los ojos a su sirviente.
-¡¿Gil?!- Oz, percatándose de su sonrojo, dio media vuelta, haciéndose el indiferente -¿Qué haces aquí?
- No podía dormir, así que decidí dar una vuelta por la mansión, y te vi por la ventana- Dijo el sirviente de pelo azabache.

Oz sintió una tela encima de sus hombros, miró de reojo y observó a Gil. “¿Por qué siempre esta tan atractivo?” pensó el joven para sus adentros, maldiciéndose por dentro.
El sirviente llevaba un pantalón ajustado negro, y una camisa blanca holgada, con encajes dorados a los bordes de las mangas, y estaba aún agarrando la chaqueta con la que había tapado al joven, negra con los bordes dorados.
-Vas a pillar un resfriado como estés así- le dijo él, con una dulce sonrisa, aunque a sus ojos no llegara esa dulzura. Gil dejó la mirada en algún punto del cielo.

Oz le miró a los ojos, aún de reojo, y quedó cautivado por aquellos ojos color dorado que él deseaba que solo le mirarán a él. Gil se sacudió levemente, como para sacarse alguna idea de su mente, y le miró a él, juntándose las miradas, sincronizándose.

El joven Bezarius se percató de la mirada nostálgica de su sirviente, haciendo que él se entristeciera. “Sus ojos son tristes, nostálgicos… me pregunto que estará pensando”

Pasaron unos minutos, los cuales a Oz le parecieron eternos, pero perfectos. Su corazón ya no aguantaba más sin su calidez, y sin su permiso, el cuerpo del rubio se dirigió hacia el del noble de pelo azabache. Un par de lágrimas se le escaparon al joven, que las escondió en el pecho de Gil.
-¡Oz!- exclamó el sirviente, sorprendido y confuso ante la reacción de su amo -¡¿Qué te pasa?! ¿Te encuentras mal?
Oz no respondió, solo quería que ese contacto no desapareciera nunca, deseaba con toda su alma que nunca se alejara de él. Ya no podía negar lo que sentía por su sirviente. “Al final… al final parece ser que sí amo a Gil…” pensó, resignado.

-Voy a traerte un vaso de leche caliente, seguro que te sentará bien- al final se decidió a decir el joven noble, mientras apartaba suavemente a Oz. El sirviente se alejó, dejándole a Oz su chaqueta y sus lágrimas, que caían al suelo por él.

El rubio se alejó, corriendo, al interior del jardín, pues no podía permitir que Gil volviera y lo viera así, podría sospechar de algo, y Oz no estaba dispuesto a ello. No podía dejarlo escapar por ese amor que sentía por él, y que odiaba y deseaba al mismo tiempo.

Al final, agotado, el joven Bezarius se detuvo ante un árbol que estaba enfrente de un rosal de bellas rosas negras, mientras las estrellas parecían observar la noche minuciosamente. Este se sentó bajo las ramas del árbol, observando las estrellas.

Una confortante caricia le despertó de un sueño confuso e inquieto. Abrió los ojos y vio el rostro preocupado de Gil.
-Estás bien, que susto- suspiró el joven de pelo negro, aliviado. Oz sintió como su corazón se aceleraba al sentir a su sirviente tan cerca.- ¡No vuelvas a irte así, creí que te habían secuestrado otra vez, o te habían vuelto a llevar al Abyss…!- Unas lágrimas cayeron en las mejillas, ya coloradas, de Oz.

El rubio no podía aguantar ver a Gil llorando, retiró las lágrimas de este con los dedos, e intentando parecer despreocupado, soltó una carcajada.
-¡Como voy a permitir que me vuelvan a llevar otra vez a ese maldito lugar!- dijo Oz, deseando que su voz no sonara falsa, aunque no lo consiguió.
-Oz…yo…
-¿Qué pasa ahora?- sonrió el rubio, falsamente.
Gil desvió la mirada, avergonzado, y con un suspiro, volvió a mirar los ojos esmeralda de Oz y acercó más su cara, hasta estar a unos centímetros de la del joven, haciendo que se sonrojara.
-Por favor…no me abandones nunca más, no podría vivir otra vez esa tortura de estar sin ti, no podría…. Pues tú….- titubeó, pero Oz deseó que siguiera, y Gil pareció entenderlo -…eres la persona más importante para mí.
Oz durante tiempo había deseado, soñado, ansiado esas palabras, pero no podía aceptarlas aún, y con una voz débil por la emoción, intentó solucionar ese perfecto clima que había en ese momento.
-Bueno, es normal siendo mi mejor amigo, ¿no?- Su voz seguía sonando demasiado falsa, y Gil se percató de ello, pues su mirada y su sonrojo también le delataban.
-…no solo mi mejor amigo, si no algo más- susurró el sirviente, y le besó, dulcemente, acariciando los labios del rubio, saboreando su sabor.
Oz no podía creer lo que estaba pasando, pero su corazón superó a su mente que decía que eso estaba mal, y se dejó llevar.
El joven Bezarius entrelazó sus dedos en el pelo del sirviente, y aumentó su pasión al beso, sorprendiendo a este. Gil se separó de él y le miró a los ojos, con mucha ternura y amor, que hizo que el rubio sintiera que se derretía.
El joven noble besó su cuello, mientras desabrochaba la camisa de Oz con soltura. El chico rubio sintió como los dedos de este se deslizaban por su torso, provocándole escalofríos de placer, y haciéndole soltar algún suspiro repentino.
Gil volvió a los labios del él, bebiendo de ellos, como Oz hacia, deseando que ese momento no terminara.

Oz sintió cada caricia, cada beso, y los guardó en su memoria como aquella noche en la cual las estrellas observaron lo que dos amantes, tan diferentes, pudieron demostrar su amor, aunque otros no lo aceptaran.

Bien, espero comentarios (y que no sean sobre la aberracion que es el yaoi ¬¬) y hasta la proxima entrada :D (que va a ser en breves XD)

Ya nee!

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