Pos nada, aqui os lo dejo ^^
La curiosidad de
los sueños [LeoxElliot]
En la pequeña habitación en la
cual habitaban Elliot Nightray y su sirviente, Leo, había cierta revuelta.
-¡He dicho que no!- gritó
Elliot, con su carácter típico de él.
-Elliot, así no vas a ganar
nada…- dijo tranquilamente Leo, pasando del enfado que tenía su amo.
-¡No pienso permitir que ese
niño Bezarius vuelva a colarse en la academia! ¡Sólo molesta!- siguió gritando
el joven Nightray, tirando algún libro en medio de su cabreo.
Leo se limitó a suspirar,
mientras leía tumbado en su cama. Elliot seguía soltando blasfemias mientras
desordenaba su habitación. Una vez que
el joven de ojos azules se tranquilizó un poco, observó el desorden de su
habitación.
-¡Leo! ¡¿Por qué no me
detuviste para que dejara de tirar cosas?!
- Si hubiera hecho eso, aparte
de haberme levado yo los gritos y puede que algún golpe, habrías seguido
tirando cosas, así que opté por no entrometerme.- le explicó el sirviente de
lentes a su amo, encogiéndose de hombros.
-¿Qué clase de sirviente eres
tú?
-Uno que cree que es mejor
dejar a su amo que se tranquilice para luego explicarle las cosas y que aprenda
de sus errores, pena que mi amo sea un cabezota…
Elliot suspiró, resignado, y
miró por la ventana el cielo oscuro, con alguna estrella desperdigada en él.
-Ya se hace tarde. Comentó el
joven de pelo claro.
-Si…deberíamos irnos a la cama
ya, sobre todo tú, Elliot.
-¿Yo? ¿Por qué?
-Porque después me toca hacer
lo imposible para despertarte por la mañana.
Este, ante el comentario de su
sirviente, se sonrojó levemente, avergonzado, y se tumbó en su cama, con un
bostezo. Se quedó mirando el techo mientras Leo cerraba su libro y apagaba la
luz.
Leo se despertó, como siempre,
un rato antes de que el despertador sonara, y como siempre, se fue a duchar.
Cuando salió de la ducha, fue a por el uniforme escolar, pero un ruido hizo que
se detuviera, alerta.
El joven de pelo revuelto
suspiró aliviado, al ver que el sonido procedía de Elliot.
“Está hablando en sueños” pensó
Leo, con una tierna sonrisa. Se sentó en el borde de la cama para oír lo que
murmuraba. “Y como no, sueña con cosas referidas a su nobleza” rió mentalmente
al escuchar alguna frase del joven de pelo claro.
Fue a levantarse, pero se quedó
mirando a su amo dormido, con una mirada dulce a través de las lentes que
tapaban sus misteriosos ojos.
-Y pensar que después me tocará
despertarte- pensó en voz alta Leo, sin querer.
El chico dormido sólo soltó un
pequeño gruñido y se revolvió levemente tras las sábanas. Leo se acercó más,
observando detenidamente el rostro de su amo.
“Que pena que seas tan gruñón,
porque podrías conseguir muchas chicas…”
De pronto se sintió molesto al
pensar que su amo podría estar con otras personas distintas a él, y apretó la
manta con la que se tapaba el chico de pelo claro con fuerza.
“¿Por qué me siento furioso al
pensar eso? No tiene lógica, pero…”
Se acercó todavía más a Elliot,
hasta estar a milímetros del rostro del joven dormido, mientras que su pelo
revuelto caía en la cara del chico de ojos azules.
-Me haces cosquillas…- murmuró
Elliot, riendo levemente.
Leo frunció el ceño, mientras
se decía a sí mismo que eso estaba mal, pero tenía demasiada curiosidad.
Lentamente, posó sus labios en los de él, primero un roce leve…después presionó
más…
Se apartó rápidamente al sentir
que Elliot se movía, temiendo que se despertara, pero el sabor de los labios
del dormido aún perduraba en los suyos.
Pasaron las horas, y Leo miraba
de diferente forma a su amo tras lo ocurrido.
-Leo, ¿te encuentras bien?- le
preguntó Elliot al ver que su sirviente estaba demasiado distraído.
-Si…estoy bien, tú estate
atento para el examen que tenemos después de esta clase.
-Ya, ya lo sé- asintió Elliot
con un suspiro.-Hoy he soñado algo raro.
-¿Lo qué?- le preguntó Leo,
interesado.
-Soñaba que estaba luchando,
cuando una chica me llevaba a un lugar extraño y me abrazaba, y su largo
cabello me rozaba la cara, era muy agradable… y en el final del sueño me cogía
del rostro y me besaba…
El chico de lentes dio un
respingo de su asiento, sorprendido y avergonzado al oír el sueño de su amo.
-¿Qué pasa?
-¡¿Qué clase de sueños tienes
tú?!
-¡¿Qué quieres que le haga?! ¡No
puedo controlar mis sueños!
Leo se ruborizó levemente,
cuando sonó el timbre. Elliot se levantó de su asiento y se dirigió hacia el
aula correspondiente. Leo le siguió. Cuando iban a llegar, el joven de ojos
azules se detuvo.
-Realmente me gustaría saber
quién es esa persona que me besó- y dicho eso, entró en el aula, sin darse
cuenta de que esas palabras provocaron un sonrojo más intenso en Leo.
“Bueno…puede que nunca te pueda tener de esa
forma…pero siempre seré tu sirviente, ¿no?” pensó, mientras se llevaba sus
dedos a sus labios y recordando el momento en que sus labios se encontraron una
oleada de sentimientos recorrió el corazón del joven de lentes.
Espero comentarios :D y ante todo que os haya gustado ^^
Ya nee!
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