Es de la serie Pandora Hearts (la cual recomiendo ^^) y es yaoi (chico con chico) asi que si no te gusta este genero, no lo leas ¬¬
Las estrellas observadoras [OzxGil]
“No…Gil…No te vayas…”
-¡¡Gil!!- gritó Oz, incorporándose de golpe, por el
susto.-Uf, fue una pesadilla…
“Llevo ya 3 días soñando lo mismo, ¿por qué será?”
pensó Oz para sí mismo. Él conocía la respuesta, pero su mente no quería
aceptar lo que su corazón le suplicaba “Es imposible que yo… que yo sienta por
el…pero, ¿y si fuera así? ¿Él me correspondería…?”
El joven rubio sacudió la cabeza, sonrojado, para intentar sacar esos pensamientos de la
cabeza, “¡¿Pero en qué piensas?! ¡Somos los 2 chicos! Es imposible que él
quisiera…conmigo…”
-¡¡Aaahhg!!
¡¿En qué demonios estoy pensando?! ¡Estoy pirado!- Se pasó las manos por la
cara, molesto e indignado consigo mismo –Creo que cada vez me parezco más a
Break, se me van cayendo los tornillos de la cabeza…
Se medio vistió y salió al jardín de la Mansión Nightray en la que, de
momento, se hospedaba. Cuando salió al jardín, una pequeña brisa primaveral
recorrió su cuerpo, haciendo que se estremeciera. La vista era asombrosa: Grandes
árboles ocupaban las extensiones mientras en una zona había matorrales de rosas
negras, que resaltaban ante la bella luz de la luna, que bañaba todo el jardín,
creando un aura de magia y misterio.
-¡Ohh!
Increíble…- dijo el joven Bezarius, maravillado ante la belleza del paisaje- Me
encantaría estar aquí con…
-¿…Con
quién?- preguntó una voz que Oz conocía muy bien y que hacia que su cuerpo
reaccionará ante ella.
El
joven se giró rápidamente, sorprendido y sonrojado, y miro a los ojos a su
sirviente.
-¡¿Gil?!- Oz, percatándose de su sonrojo, dio media vuelta, haciéndose el
indiferente -¿Qué haces aquí?
- No
podía dormir, así que decidí dar una vuelta por la mansión, y te vi por la
ventana- Dijo el sirviente de pelo azabache.
Oz
sintió una tela encima de sus hombros, miró de reojo y observó a Gil. “¿Por qué
siempre esta tan atractivo?” pensó el joven para sus adentros, maldiciéndose
por dentro.
El
sirviente llevaba un pantalón ajustado negro, y una camisa blanca holgada, con
encajes dorados a los bordes de las mangas, y estaba aún agarrando la chaqueta
con la que había tapado al joven, negra con los bordes dorados.
-Vas
a pillar un resfriado como estés así- le dijo él, con una dulce
sonrisa, aunque a sus ojos no llegara esa dulzura. Gil dejó la mirada en algún
punto del cielo.
Oz
le miró a los ojos, aún de reojo, y quedó cautivado por aquellos ojos color
dorado que él deseaba que solo le mirarán a él. Gil se sacudió levemente, como
para sacarse alguna idea de su mente, y le miró a él, juntándose las miradas,
sincronizándose.
El
joven Bezarius se percató de la mirada nostálgica de su sirviente, haciendo que
él se entristeciera. “Sus ojos son tristes, nostálgicos… me pregunto que estará
pensando”
Pasaron
unos minutos, los cuales a Oz le parecieron eternos, pero perfectos. Su corazón
ya no aguantaba más sin su calidez, y sin su permiso, el cuerpo del rubio se
dirigió hacia el del noble de pelo azabache. Un par de lágrimas se le escaparon al
joven, que las escondió en el pecho de Gil.
-¡Oz!-
exclamó el sirviente, sorprendido y confuso ante la reacción de su amo -¡¿Qué
te pasa?! ¿Te encuentras mal?
Oz
no respondió, solo quería que ese contacto no desapareciera nunca, deseaba con
toda su alma que nunca se alejara de él. Ya no podía negar lo que sentía por su
sirviente. “Al final… al final parece ser que sí amo a Gil…” pensó, resignado.
-Voy
a traerte un vaso de leche caliente, seguro que te sentará bien- al final se
decidió a decir el joven noble, mientras apartaba suavemente a Oz. El
sirviente se alejó, dejándole a Oz su chaqueta y sus lágrimas, que caían al
suelo por él.
El
rubio se alejó, corriendo, al interior del jardín, pues no podía permitir que
Gil volviera y lo viera así, podría sospechar de algo, y Oz no estaba dispuesto
a ello. No podía dejarlo escapar por ese amor que sentía por él, y que odiaba y
deseaba al mismo tiempo.
Al
final, agotado, el joven Bezarius se detuvo ante un árbol que estaba enfrente
de un rosal de bellas rosas negras, mientras las estrellas parecían observar la
noche minuciosamente. Este se sentó bajo las ramas del árbol, observando las
estrellas.
Una
confortante caricia le despertó de un sueño confuso e inquieto. Abrió los ojos
y vio el rostro preocupado de Gil.
-Estás
bien, que susto- suspiró el joven de pelo negro, aliviado. Oz sintió como su corazón
se aceleraba al sentir a su sirviente tan cerca.- ¡No vuelvas a irte así, creí
que te habían secuestrado otra vez, o te habían vuelto a llevar al Abyss…!-
Unas lágrimas cayeron en las mejillas, ya coloradas, de Oz.
El
rubio no podía aguantar ver a Gil llorando, retiró las lágrimas de este con los
dedos, e intentando parecer despreocupado, soltó una carcajada.
-¡Como
voy a permitir que me vuelvan a llevar otra vez a ese maldito lugar!- dijo Oz,
deseando que su voz no sonara falsa, aunque no lo consiguió.
-Oz…yo…
-¿Qué
pasa ahora?- sonrió el rubio, falsamente.
Gil
desvió la mirada, avergonzado, y con un suspiro, volvió a mirar los ojos
esmeralda de Oz y acercó más su cara, hasta estar a unos centímetros de la del
joven, haciendo que se sonrojara.
-Por
favor…no me abandones nunca más, no podría vivir otra vez esa tortura de estar
sin ti, no podría…. Pues tú….- titubeó, pero Oz deseó que siguiera, y Gil
pareció entenderlo -…eres la persona más importante para mí.
Oz
durante tiempo había deseado, soñado, ansiado esas palabras, pero no podía
aceptarlas aún, y con una voz débil por la emoción, intentó solucionar ese
perfecto clima que había en ese momento.
-Bueno,
es normal siendo mi mejor amigo, ¿no?- Su voz seguía sonando demasiado falsa, y
Gil se percató de ello, pues su mirada y su sonrojo también le delataban.
-…no
solo mi mejor amigo, si no algo más- susurró el sirviente, y le besó,
dulcemente, acariciando los labios del rubio, saboreando su sabor.
Oz
no podía creer lo que estaba pasando, pero su corazón superó a su mente que
decía que eso estaba mal, y se dejó llevar.
El
joven Bezarius entrelazó sus dedos en el pelo del sirviente, y aumentó su
pasión al beso, sorprendiendo a este. Gil se separó de él y le miró a los ojos,
con mucha ternura y amor, que hizo que el rubio sintiera que se derretía.
El joven noble besó su cuello, mientras desabrochaba la camisa de Oz con soltura. El chico rubio sintió como los dedos de este se deslizaban por su torso, provocándole escalofríos de placer, y haciéndole soltar algún suspiro repentino.
El joven noble besó su cuello, mientras desabrochaba la camisa de Oz con soltura. El chico rubio sintió como los dedos de este se deslizaban por su torso, provocándole escalofríos de placer, y haciéndole soltar algún suspiro repentino.
Gil
volvió a los labios del él, bebiendo de ellos, como Oz hacia, deseando que
ese momento no terminara.
Bien, espero comentarios (y que no sean sobre la aberracion que es el yaoi ¬¬) y hasta la proxima entrada :D (que va a ser en breves XD)
Ya nee!
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